Cantabria es como ese cajón secreto donde siempre encuentras algo nuevo, y lo mejor es que huele a mar y a hierba mojada. Esta pequeña pero intensa comunidad del norte de España está hecha de acantilados, bosques mágicos y pueblos que parecen detenidos en el tiempo… o en una postal. Santoña, con su ría brillante, sus fortificaciones y su pasión por la anchoa (la reina local), es solo el punto de partida perfecto para perderse —y encontrarse— por algunos de los rincones más encantadores del litoral oriental cántabro.
Desde aldeas con historia hasta villas marineras llenas de vida, esta zona lo tiene todo. Si eres de los que disfrutan perderse entre calles empedradas o dejarse sorprender por una fuente barroca en mitad del silencio rural, sigue leyendo. Estos pueblos bonitos cerca de Santoña tienen más carácter que una taberna un sábado por la noche.
Descubre los pueblos bonitos cerca de Santoña que debes visitar
Laredo
Apenas a 10 minutos de Santoña, Laredo tiene ese aire de “veraneo clásico” que mezcla glamour retro y espíritu marinero. La Puebla Vieja, su casco histórico, es una delicia para los que disfrutan callejeando entre casas blasonadas y balcones de flores. Recorriendo la calle San Marcial uno casi espera que salga un trovador de detrás de una fuente. Pero lo más icónico es la playa de La Salvé, cinco kilómetros de arena fina que parecen nunca acabar.
El paseo marítimo, las regatas, los bares con tapas de rabas y el túnel de la Atalaya, un escondite secreto con vistas, redondean la experiencia. Laredo es uno de los grandes imprescindibles entre los pueblos encantadores cerca de Santoña, y si vas durante su Batalla de Flores, entenderás por qué.
Ampuero
Ampuero no es el típico lugar al que vas buscando mar. Aquí el alma es fluvial y taurina, y el ambiente cambia con cada curva del río Asón. Este pueblo parece hecho para caminar sin prisa: la Plaza Mayor, porticada y muy viva, es el centro de todo. Y si te gustan los toques históricos, acércate a la iglesia de Santa María, con su mezcla de gótico tardío y renacimiento.
Además, no puedes perderte un paseo por el puente viejo ni la visita al cercano Santuario de la Bien Aparecida, patrona de Cantabria. Ampuero también es famoso por sus encierros, así que si vas en septiembre… prepárate para emociones fuertes. Es un rincón peculiar en la lista de pueblos bonitos cerca de Santoña, con más verdor que salitre.
Solares
Solares es uno de esos lugares que, sin hacer mucho ruido, te gana por completo. El nombre ya suena a descanso, y no es casualidad: aquí todo gira en torno al agua. Las aguas termales de Solares son conocidas desde hace siglos y su balneario decimonónico es un rincón delicioso para remojarse cuerpo y alma. El entorno invita a pasear con calma, entre chalés modernistas y jardines donde parece que el tiempo se detiene.
Además, puedes acercarte al Parque de la Viesca o incluso visitar alguna bodega cercana —porque sí, también hay vino en esta zona verde y húmeda—. Aunque no sea el típico destino de postal, tiene ese encanto relajado que convierte a Solares en uno de los pueblos preciosos cerca de Santoña para quienes buscan desconexión con estilo.
Liérganes
Si hay un lugar con leyenda en Cantabria, ese es Liérganes, hogar del famoso “Hombre Pez” y de una estética que parece salida de un grabado antiguo. El casco histórico es una sinfonía de piedra: casas montañesas, balcones floridos, y el impresionante Puente Mayor, desde donde puedes imaginar a un pez con piernas cruzando el río Miera. El Balneario de Liérganes, con su fachada imponente, conserva ese aire elegante de otros siglos.
Además, la subida al Monte Cotillamón regala unas vistas que cortan el aliento (literalmente, porque se sube bien). Este pueblo es historia viva, y su tranquilidad le hace ganar puntos entre los pueblos bonitos cerca de Santoña. Lleva calzado cómodo, pero no olvides la cámara ni las ganas de dejarte atrapar por su magia.
Castro-Urdiales
Castro-Urdiales es ese pueblo que se presenta como villa, pero se comporta como ciudad marinera de novela. Lo primero que verás, si llegas desde el este, es su espectacular conjunto monumental junto al mar: la Iglesia de Santa María de la Asunción, gótica y robusta, el castillo-faro del siglo XIII, y el puente medieval que une el islote de Santa Ana con el casco viejo. El paseo marítimo está lleno de vida, terrazas y olor a pescado recién hecho.
Aquí no puedes irte sin probar las anchoas o el bonito —al fin y al cabo, estás a un tiro de piedra de Santoña—. Si lo tuyo son las panorámicas, sube al Mirador de Ocharan. Castro-Urdiales tiene ese punto sofisticado y veraniego que lo convierte en uno de los más fotogénicos entre los pueblos bonitos cerca de Santoña.
Lanestosa
Y ahora sí: Lanestosa, esa joya pequeñita y escondida justo en el borde entre Cantabria y Vizcaya. Aunque técnicamente ya pisa territorio vizcaíno, es tan cercano y bonito que sería pecado no incluirlo. Aquí todo es medieval y montañés: calles estrechas empedradas, soportales que te resguardan de la lluvia, y casas de madera con siglos de historias.
El entorno natural es perfecto para senderismo o para perderse entre bosques y cuevas cercanas. Pero lo mejor de Lanestosa es la sensación de haber viajado atrás en el tiempo sin necesidad de máquina. La Plaza Mayor, con su fuente central, parece el decorado de una película de época. Si buscas pueblos bonitos cerca de Santoña con alma, historia y un punto bucólico, este es tu sitio.