Albarracín, considerado uno de los pueblos más pintorescos de España, es la joya de la provincia de Teruel, en Aragón. Este lugar emana historia y belleza en cada rincón, con su entramado de calles estrechas y casas colgantes que parecen abrazar la montaña.
La esencia medieval de Albarracín, junto con sus impresionantes murallas y el castillo que se recorta contra el cielo, transportan al visitante a otra época. Su proximidad a espacios naturales únicos, como el Parque Natural de los Montes Universales, complementa su riqueza cultural y patrimonial.
Albarracín no solo cautiva por su encanto histórico sino también por ser el punto de partida perfecto para explorar los pueblos bonitos cerca de Albarracín, cada uno con su propia historia, arquitectura y atractivos naturales.
Los Pueblos más bonitos de Albarracín
Mora de Rubielos
Mora de Rubielos, a unos 50 kilómetros de Albarracín, es famoso por su impresionante castillo gótico-mudéjar y su monasterio. Este pueblo es una perla histórica, donde las calles adoquinadas y las antiguas casas señoriales hablan de su pasado aristocrático. El Castillo de los Fernández de Heredia domina el paisaje, ofreciendo un vistazo a la vida medieval aragonesa.
Además, Mora de Rubielos es un punto de encuentro para los amantes de la naturaleza, siendo un acceso a las pistas de esquí de Valdelinares en invierno y a hermosos senderos el resto del año.
Por su castillo y todo lo que ofrece, Mora de Rubielos es uno de los pueblos bonitos cerca de Albarracín que debes visitar.
Alcalá de la Selva
Ubicado a 60 kilómetros de Albarracín, Alcalá de la Selva es un encantador pueblo enclavado en las montañas. Conocido por su hermoso entorno natural, es el lugar ideal para los entusiastas del aire libre.
El paisaje está marcado por bosques de pinos, ríos y cascadas, ofreciendo un sinfín de actividades como senderismo, pesca y esquí en la estación de Valdelinares. Aunque pequeño, el pueblo conserva un notable patrimonio histórico, con la iglesia parroquial como uno de sus máximos exponentes.
Cedrillas
Cedrillas, a unos 70 kilómetros de Albarracín, se sitúa en un entorno natural impresionante, rodeado por el río Mijares. Este pueblo es el sueño de los aventureros, con su variada oferta de rutas de senderismo y lugares para la escalada.
La tranquilidad de Cedrillas y la hospitalidad de sus habitantes hacen de este lugar un oasis de paz. El puente romano y las ruinas de su antiguo castillo son testigos de su rica historia.
Peracense
A unos 80 kilómetros de Albarracín, Peracense sorprende con su espectacular castillo roquero, una fortaleza que se asienta sobre formaciones de rodeno rojizo, ofreciendo una de las imágenes más icónicas de Aragón.
La visita al castillo no solo es un viaje a través del tiempo sino también una oportunidad para disfrutar de vistas panorámicas del paisaje circundante. El pueblo en sí es un remanso de calma, donde la vida transcurre sin prisas, invitando al visitante a relajarse y disfrutar del entorno.
Molina de Aragón
Molina de Aragón, situada a 90 kilómetros de Albarracín, es custodia de uno de los castillos más grandes y mejor conservados de España. Su fortaleza domina el paisaje urbano, contando historias de fronteras y batallas.
Pero Molina es más que su castillo; el casco antiguo, con sus calles estrechas y plazas, es un encanto. La iglesia de Santa María del Conde y el puente medieval sobre el río Gallo son visitas obligadas para entender el legado histórico del lugar.
Si te gustan los castillos y los pueblos de calles estrechas, Peracense y Molina de Aragón son dos de los pueblos bonitos cerca de Albarracín que te recomendamos visitar.
Embid
A tan solo 60 kilómetros de Albarracín, Embid es un pequeño pueblo que parece detenido en el tiempo. Aunque menos conocido, ofrece una experiencia única de tranquilidad y contacto con la naturaleza.
Sus casas de piedra y madera conservan el encanto rústico de la arquitectura tradicional de la zona. Embid es el lugar perfecto para quienes buscan escapar del bullicio y reconectar con el entorno natural.
Explorar estos pueblos bonitos cerca de Albarracín es adentrarse en un mundo donde la historia, la cultura y la naturaleza se entrelazan de manera fascinante. Cada pueblo, con su singular belleza y carácter, ofrece una ventana al pasado y una invitación a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, rodeado de paisajes que quitan el aliento.
Las cercanías de Albarracín no solo guarda tesoros arquitectónicos y naturales sino también historias y tradiciones que esperan ser descubiertas.