Fuerteventura suena a paraíso. Arena blanca, aguas turquesas, sol eterno. Las fotos lo prometen todo, los influencers lo adornan y las agencias de viaje lo venden como el edén canario. Pero si vas con los ojos cerrados, puede que acabes abriéndolos de golpe… y no precisamente por el paisaje. Aquí va una dosis de realidad: esto es lo peor de Fuerteventura. Te va a doler un poco si ya compraste los vuelos.
🏙️ Puerto del Rosario: la capital más prescindible del archipiélago
Si vienes de ciudad, quizás pienses que lo más lógico es hospedarte en la capital. Error de manual. Puerto del Rosario no tiene alma turística, ni encanto isleño, ni mucho que hacer. Es funcional, gris, y sí, tiene supermercados, pero no viniste hasta aquí para comprar yogures. Salvo que quieras vivir como un residente y no como un viajero, alójate en el norte o el sur, donde al menos la vista justifica el precio del hotel.
Alojarse en la capital es, sin rodeos, lo peor de Fuerteventura si buscas encanto isleño.
🌪️ El viento: el habitante permanente de la isla
Aquí no hay “algo de viento”. Hay viento con nombre propio. Es constante, molesto y, en días malos, directamente insoportable. Ponerte crema solar se vuelve una batalla campal, plantar la sombrilla es un deporte de riesgo, y hacer senderismo con rachas de 40 km/h te hace replantearte tus decisiones vitales. Y no, no es una exageración. Los locales lo saben, lo sufren… y lo esquivan.
💸 Temporada alta, precios al alza y la sensación de que te están cobrando por respirar
Fuerteventura no es barata. Y si vas en verano, prepárate para abrir la cartera con lágrimas en los ojos. Alojamientos por las nubes, actividades que duplican su precio, y una masificación que convierte playas paradisíacas en piscinas públicas de agosto. ¿La mejor época para ir? Cuando nadie más quiere. Y aún así, ojo.
Sin duda, lo peor de Fuerteventura es venir en temporada alta y sentir que te están timando en la cara.
🚿 El lujo de ducharse: emergencia hídrica a la canaria
Sí, estás en una isla desértica. Sí, hay sol todo el año. Pero no, no hay agua suficiente. Fuerteventura vive una emergencia hídrica permanente. El agua viene de desalinizadoras, y los cortes a los residentes son frecuentes. Así que si pensabas en ducharte dos veces al día y dejar correr el grifo mientras te cepillas los dientes, piénsatelo dos veces. Aquí el agua es oro líquido y los locales no lo malgastan. Ni tú deberías.
🚘 El coche de alquiler no es un 4×4, aunque te creas Indiana Jones
Otro clásico: turistas valientes (o temerarios) metiéndose con su flamante utilitario en caminos de tierra, arena o directamente tramos imposibles. Resultado: coches encallados en Corralejo, en Cofete, en cualquier pista que parezca “aventurera”. Sorpresa: necesitabas un 4×4 y algo de sentido común. Y no, la aseguradora no cubre las ganas de hacerte el guay.
Si vas a alquilar un coche, lo peor de Fuerteventura es recorrerla en un mini utilitario, recuerda alquilar un 4×4.
🚌 ¿Vas sin coche? Vas mal
El transporte público en Fuerteventura es testimonial. Pocas líneas, poca frecuencia, y muchas zonas inaccesibles sin vehículo propio. Si pensabas recorrer la isla en guagua como quien pasea por Mallorca o Tenerife… mala elección. Aquí sin coche eres un náufrago moderno con mochila y pocas esperanzas.
🌃 Vida nocturna: apagón tras el atardecer
Después del sol y la playa, ¿una copita, un concierto, algo de ambiente? Buena suerte. La isla no destaca precisamente por su vida nocturna. Hay opciones, pero escasas y dispersas. Si lo tuyo es el “mojito, música y bailecito”, Fuerteventura se te va a quedar en silencio. Aquí la noche es para dormir, no para salir.
De lo peor de Fuerteventura es pensar que vas a encontrar fiesta tipo Ibiza.
🏖️ Playas salvajes… y vacías de servicios
Cofete es la joya salvaje de la isla. También es la playa que más divide opiniones. No hay bares, no hay baños, no hay cobertura. Espectacular, sí, pero para muchos es solo eso: una foto bonita y mucha arena. Si lo que esperas es un chiringuito con reguetón y caña fría, saldrás decepcionado. Aquí mandan la naturaleza y el viento, no la sangría ni las hamacas.
🎁 Y por si fuera poco: no hay Amazon ni Sephora
¿Olvidaste la crema solar? ¿Quieres hacer un regalito de última hora? Bienvenido al desierto comercial. Fuerteventura no tiene tiendas de grandes cadenas como Sephora, y Amazon tarda más que el ferry a Lanzarote. Aquí no se viene a comprar. Se viene a sobrevivir al viento.
Después de conocer lo peor de Fuerteventura, ¿merece la pena?
Depende. Si lo que buscas es comodidad, ocio urbano y facilidad, esta isla no es para ti. Pero si entiendes que el paraíso no siempre viene con Wi-Fi potente ni daiquiris a pie de playa, puede que encuentres aquí algo distinto: un lugar que no se vende fácil, pero que cuando engancha, atrapa.